jueves, 21 de enero de 2010

Tutorial para mapas conceptuales

Análisis sintáctico

LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN EL AULA DE IDIOMA ESPAÑOL
ANÁLISIS ARBÓREO – MAPAS CONCEPTUALES
DESCRIPCIÓN GENERAL:El proyecto consiste en la utilización, en el aula, de un programa como CmapTools para crear Diagramas Arbóreos a partir de oraciones suministradas por el docente. Lo anterior con el fin de reforzar en el educando los conocimientos relacionados con las funciones que cumplen las palabras dentro de la oración y con la importancia que tienen los componentes tanto semánticos como sintácticos para la estructura del lenguaje.
HERRAMIENTAS- Software para elaborar Mapas Conceptuales
ESPACIO - Este proyecto se lleva a cabo en la hora de clase asignada al Laboratorio de Informática y participan en él el docente del Laboratorio de Informática y el de Idioma Español
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
OBJETIVOS DE IDIOMA ESPAÑOL - Durante la realización de este proyecto, el estudiante debe desarrollar capacidades para:
Analizar oraciones.
Realizar análisis sintácticos por medio de diagramas arbóreos.
Identificar rasgos tanto de los componentes semánticos, como de los sintácticos.
Establecer reglas de estructura de las frases en las oraciones.
- Al finalizar esta actividad, el estudiante:
Maneja herramientas de aprendizaje visual para representar oraciones en forma de diagramas en este caso arbóreos.
Edita y guarda los cambios realizados a los archivos elaborados con el software de aprendizaje visual.
Utiliza una herramienta informática como CmapTools en el contexto del área de Idioma Español.
ESTÁNDARES Y CURRÍCULO EN TIC) http://www.eduteka.org/estandaresestux.php

CONOCIMIENTOS Y DESTREZAS PREVIAS DEL ESTUDIANTE
Saber utilizar un software para elaborar Mapas Conceptuales
RECURSOS Y MATERIALES
Computador
Software para elaborar Mapas Conceptuales como CmapTools http://www.eduteka.org/Cmap1.php
DURACIÓN
Este proyecto puede llevarse a cabo en relación con el aprendizaje de los alumnos ya que se trabajará como repaso a tareas de clase.


DESARROLLO
El Profesor deberá:
Repasar con los estudiantes la estructura de las oraciones simples y la estructura de las oraciones compuestas.
Suministrar a los estudiantes oraciones y pedirles que, con base en estas, elaboren diagramas arbóreos.
Suministrar a los estudiantes diagramas arbóreos y pedirles que, con base en estos, elaboren oraciones.
El Estudiante deberá:
Leer las oraciones suministradas por el docente e identificar cada una de las palabras que la conforman y el tipo de oración que es y la función sintáctica de cada una de ellas
Elaborar los diagramas para cada oración suministrada por el docente utilizando programas como CmapTools.
Elaborar oraciones a partir de diagramas arbóreos dados por el docente.
EVALUACIÓN El profesor evaluará:
El cumplimiento de los objetivos de aprendizaje propuestos para ambas asignaturas.
La comprensión de la estructura de una oración.
La calidad de los diagramas arbóreos.
La calidad de las oraciones.
El uso adecuado de programas como CmapTools


LICEO Nº5 TACUAREMBÓ IDIOMA ESPAÑOL PROF. JACQUELINE PERALTA

Proyectos de Clase

PLANIFICACIÓN DE UN TEMA




IDIOMA ESPAÑOL





“ORALIDAD Y ESCRITURA”



PROFESORA: JACQUELINE PERALTA




Fundamentos
Un modelo teórico del proceso de escritura que describe las variables de la motivación, el funcionamiento de la memoria y los sub procesos que dinamiza el escritor cuando emprende la tarea de escribir, instala de lleno el problema de la escritura, lo revela en toda su complejidad y permite también reconocer cuántos saberes y competencias maneja como usuario de una lengua, aunque lo haga de manera no conciente o semi conciente.
Esta unidad se inicia con este modelo teórico y con él propone retomar un proceso de aprendizaje que el estudiante ha transitado en otras etapas escolares. En este sentido, se trabaja una materia bisagra, introductoria y de base: a la vez que opera como enlace, sienta bases generales para comprender y producir textos variados y proyecta sus alcances hacia otras instancias de estudio.
Reúne, además, un conjunto de temas teóricos que pueden integrarse en lo que se denomina la gramática del texto, la pragmática y el análisis del discurso y un conjunto de trabajos y actividades de lectura y escritura que pueden integrarse en lo que se denomina producción de textos.
Estos contenidos y las acciones pedagógicas dirigidas a comprenderlos y a apropiarse de ellos, tienen por objetivo mayor que el estudiante tome conciencia de los procesos cognitivos que implican las tareas de comprensión y producción de textos, entendidos como procesos determinantes en su formación técnica y en una ética de la responsabilidad que entendemos imprescindible para la formación de cualquier estudiante.
Para lograr este propósito, se le ofrece espacios de acción y reflexión que se articulan en un proceso continuo: la teoría dispara la práctica y la práctica remite a la teoría.
En nuestra cultura hay muchas formas orales que exigen una fuerte ritualización y habilidades variadas, por ejemplo, la entrevista, la exposición, la conferencia, la mesa redonda, el debate. Todas ellas implican un conjunto de estrategias específicas que hay que aprender y que no solo afectan a la actividad verbal sino al comportamiento psicológico, al conocimiento del mundo y la socialización, así como a otros códigos no verbales, como el gestual, ya rasgos paralinguísticos como la voz y la entonación.
El tratamiento de la lengua oral en el aula debe proponerse ensanchar el repertorio verbal con que acceden los alumnos al sistema, para que puedan usarlo como instrumento de comunicación en situaciones variadas dentro y fuera del aula. También debe ayudarlos a descubrir las diversas formas de comunicación oral y a comprender un aspecto esencial del ser humano: la actividad lingüística.
Ello hace imprescindible el análisis evaluativo de los discursos orales que los estudiantes producen, conjuntamente con criterios y objetivos claros sobre lo que es un buen discurso oral, los cuales tendrán que consensuarse de acuerdo con las características y las particularidades, tanto de los alumnos como del centro educativo.
Objetivos Generales
Lograr que el alumno haga conscientes los procesos psíquicos que intervienen en las tareas de escuchar, escribir y leer.
Lograr que el alumno internalice las operaciones necesarias para la producción de un texto.
Lograr que el alumno incorpore al proceso de escritura la noción de público lector, condición necesaria para la redacción.
Lograr que el alumno vincule con claridad que la comprensión cabal de los procesos psicolingüísticos determinan el grado de responsabilidad profesional con que se desempeña el escritor.
Contenidos:
Conceptuales:
El abordaje al tema se hará a partir de la conversación para observar la espontaneidad del lenguaje usado, en la “Actividad 1”
Es necesario saber que este texto no se produce de forma anárquica, sino que se gestiona de acuerdo con unas determinadas reglas, como por ejemplo, la estructuración en turnos, sin la cual, mientras uno habla el otro escucha y viceversa.
En la conversación el código verbal no es el único que funciona, sino que va acompañado de otros que también le proporcionan sentido: gestos, expresiones de la cara, miradas, posturas y movimientos, distancia y contacto entre los interlocutores, entre otros. La entonación, la pausa y el acento son recursos que el hablante utiliza para marcar el foco informativo, para moralizar lo que estamos diciendo, o para señalar nuestras intenciones comunicativas.
El hecho de que los interlocutores compartan el tiempo, los obliga a cooperar en la construcción de la conversación, llenando sus espacios comunicativos mientras esta perdura, Esto implica la necesidad de una cierta rapidez en las intervenciones, que suelen ser improvisadas y espontáneas. Los hablantes despliegan estrategias de improvisación, ya que el proceso de elaboración lingüística y sus resultados casi coinciden. Por eso es habitual que se produzcan falsos comienzos (y entonces, fue, o sea…), discordancias (yo me paree que…), cambios de estrategia sintáctica como elipsis, piezas de relleno, muletillas y completadores de frases o coletillas (y ta…, y ya está…¿viste?...). La palabra dicha aparentemente es caótica y desordenada, sin embargo, la oralidad tiene su propia lógica que es distinta de la que funciona en el código escrito. Pero si se abusa de los aspectos antes mencionados se puede incurrir en la producción de un texto recargado de elementos vacíos de contenidos.
La edad, el origen, sexo, nivel de instrucción, cultura de los participantes, la afectan de diferente manera. Esto influye además en su desenvolvimiento y resultado, el grado de relación entre los interlocutores, su conocimiento mutuo, su intimidad, su confianza o jerarquía, el conocimiento del mundo y el grado de implicación en la temática desarrollada.
Hemos profundizado sobre el estudio del proceso de escritura y aunque lo hemos hecho manteniendo siempre las perspectivas de la producción y la comprensión, nos centraremos específicamente en el segundo punto de vista, enfocando los procesos de lectura y las estrategias de comprensión con el objetivo de explorar cómo las personas se acercan a los textos y cómo se apropian de la información, el conocimiento y los modos de organización que contienen. Definimos la lectura como un proceso comunicativo y cognitivo, que dinamiza interacciones entre autor, lector y texto y pone en juego simultáneo actividades intelectuales, afectividad, operaciones de la memoria y tareas del pensamiento, todos factores estratégicos para alcanzar la comprensión. El objetivo de la lectura es, efectivamente, alcanzar la comprensión, entendida como un proceso creador e integrador del significado. Desde esta perspectiva, el lector que comprende, lo hace a partir de los significados que le ofrece el texto escrito y es desde allí que genera un nuevo texto, lo reescribe con el autor y, de algún modo, escribe un texto propio. Cuando el lector lee y se esfuerza por comprender está realizando un verdadero trabajo intelectual, la lectura y la comprensión ponen en movimiento todos los engranajes del texto. La transacción entendida más allá de la interacción, ya que en este proceso tanto el “texto como el lector resultan modificados”, en la medida en que comprender implica trascender el texto integrando sus ideas con las ideas del lector. En tanto proceso cognitivo y comunicativo, a lectura puede ser entendida como que contempla tanto al lector, al texto y al contexto: en consecuencia el significado puede definirse como un producto variable de esa interacción. Si bien la construcción del significado de un texto se lleva a cabo por una vía individual, también ésta suele ser la vía mediante la cual asimilamos la cultura que nos rodea. Para encarar el estudio del proceso de lectura separaremos dos aspectos: lo que el lector es y sabe en el momento de la lectura, esto sería como el capital de conocimientos y experiencias culturales que cada lector “lleva puesto” al iniciar cada nuevo proceso; también sus motivaciones, intereses, actitudes y valoraciones, y lo que el lector hace cuando lee, es decir, la descripción de actividades y tareas del pensamiento que se llevan a cabo durante la realización del proceso de lectura y que, según cómo las emprenda cada lector, constituirán las estrategias de lectura. El primer aspecto, lo que el lector es y sabe en el momento de la lectura, está relacionado a los conocimientos previos. En los casos de lectores con poca experiencia, la ausencia total o parcial de conocimientos previos bloquea la posibilidad de apropiación de producciones textuales o en su defecto sólo se consigue articular algunas piezas de un rompecabezas que quedará inconcluso. También influye la situación comunicativa del lector incluidas las condiciones físicas y socioculturales de la situación de lectura y sus propósitos, atención e intereses. En los casos de lectores expertos, o simplemente lectores ávidos e interesados, la lectura pone en marcha dispositivos complejos para activar mediante la memoria conocimientos previos relacionados al mundo físico, al mundo social y la comunicación que al actualizarse, los esquemas sirven para dar un significado a nuestro entorno. Sirven también para hacer inferencias sobre aquellos aspectos y relaciones ausentes, para guiar el proceso de interpretación con su capacidad para anticipar, crear expectativas, concentrar la atención y organizar el recuerdo. Por todo esto, los esquemas que organizan nuestros conocimientos previos intervienen estratégicamente en la comprensión ya que solamente se puede comprender algo nuevo si se lo puede vincular a algo ya conocido. La comprensión es ese puente que se tiende entre los conocimientos previos y los conocimientos nuevos que contiene el texto. . Debido a que nuestra comunicación es fundamentalmente de carácter oral, las distintas concepciones teóricas el lenguaje han tendido progresivamente a diferenciar el lenguaje escrito de la comunicación oral. Daniel Cassany, en su libro “Describir el escribir”, diferencia al respecto la escritura de la oralidad desde dos dimensiones: la dimensión contextual y la dimensión textual. Las diferencias contextuales entre la comunicación escrita y la oral son las siguientes: En tanto la comunicación escrita se efectúa a través del canal visual y permite –mediante la lectura- una transmisión de información mayor que la que se produce oralmente, la comunicación oral se trasmite fundamentalmente por el canal auditivo. El receptor de un texto oral percibe sucesivamente los sonidos que se encadenan en palabras y oraciones. En cambio, el receptor de un texto escrito tiene una percepción simultánea del texto como totalidad, de sus dimensiones, y eso le permite programar el tiempo que le demandará su lectura. La comunicación oral es espontánea e inmediata. Esto significa que el emisor, aunque pueda rectificar su emisión, no puede borrarla. Elabora y emite su mensaje de manera casi simultánea al momento en que es comprendido por el receptor. Por su parte, el receptor debe ir comprendiendo el mensaje a medida que éste es emitido. Por el contrario, la comunicación escrita presenta la peculiaridad de ser elaborada y diferida. El emisor puede revisar, corregir o rectificar su mensaje antes de que llegue al receptor, y sin que éste se percate de los cambios o rectificaciones que se han realizado en la producción del texto. A su vez, el receptor puede elegir los tiempos que se tomará para leer el texto, puede volver a él cuantas veces quiera y puede ratificar o rectificar la comprensión del mismo. La comunicación oral es efímera, no sólo porque el sonido es perceptible en forma momentánea y luego desaparece, sino también porque la memoria de los receptores y aun de los emisores es incapaz de recordar todo lo hablado. La comunicación escrita, en cambio, es duradera, ya que las letras se inscriben en soportes materiales que permanecen en el tiempo. Esta permanencia les otorga a los textos escritos prestigio social y credibilidad, en tanto la inscripción material representa un registro inalterable y adquieren el valor de testimonio. La comunicación verbal se apoya en gran número de códigos verbales como la entonación de la voz, los gestos, los movimientos corporales, la vestimenta, etcétera, mientras que las comunicaciones escritas no los utilizan y deben desarrollar recursos lingüísticos para trasmitir estos significados. Finalmente, la comunicación oral está acompañada por los contextos extraverbales necesarios para su comprensión: la situación comunicativa, las características del emisor y del receptor, el momento y el lugar en que se produce, etc., las cuales no necesitan ser explicitadas. En cambio, los textos escritos suelen ser autónomos de los contextos específicos en que se encuentra el autor en el momento de escribirlos y el lector en el momento de leerlos. Si es necesario para la comprensión textual, los autores de textos escritos deben crear verbalmente los contextos para que el lector pueda ubicarse. El lenguaje oral permite el uso de:- palabras hiperónimas con función de comodines (palabras como “cosa”, “désto”, “ecir” son utilizadas para reemplazar nombres de cosas, ideas, personas, lugares o cuestiones generales que aparecen en la conversación) y por lo tanto, es infrecuente el uso de vocablos con significados específicos;- tics lingüísticos y muletillas (“o sea”, “bueno”, “¿si?”) con función de enlaces, aunque no concuerden con la conexión lógica;- onomatopeyas, frases hechas y refranes;- la repetición léxica.El lenguaje escrito presenta mayor densidad léxica y conceptual, y se caracteriza por:- eliminar elementos lingüísticos que no tengan un contenido semántico específico (muletillas);- eliminar repeticiones léxicas mediante el uso de sinónimos;- utilizar los vocablos en su acepción semántica más formal y precisa”. Los escritores aprenden a manejar con solvencia el código escrito de la misma manera que cualquier sujeto aprende la lengua oral. Es decir, en una primera etapa, el aprendiz realiza un aprendizaje espontáneo al leer los textos de otros pero sin preocuparse por cómo están construidos. Sólo le interesa el contenido, sólo importa lo que el texto dice y no cómo lo dice. Entendemos lo que se dice pero no nos interesa aprender esa manera de decir o no tenemos consciencia de que podemos aprender a decirlo de esa forma. Sin embargo, cuando se reflexiona sobre el hecho de que los escritos de otros son, en realidad, una fuente de conocimientos sobre la escritura, la lectura se hará encaminada a observar el manejo del lenguaje y de las estructuras de esos escritos. Se realiza, entonces, un aprendizaje comprometido, comprometido con el texto y con el autor ya que al leer reescribimos el texto. A la forma de leer como escritor le sigue, necesariamente, el aprendizaje de escribir para un lector. Desde el momento que observamos la escritura de otros cuando realizamos nuestras lecturas nos vamos apropiando de las técnicas que son fundamentales para construir nuestros textos y al hacerlo advertimos que cada texto está construido para alguien. Ya han visto que hay distintas estrategias de producción de los discursos:
A estas estrategias por medio de las cuales los escritores controlan los textos que producen, podemos reconocerlas fácilmente apelando a la división tradicional del estudio de los signos, es decir:
1.Pragmática: que estudia la relación entre el signo y el sujeto que lo utiliza.
2.Semántica: que estudia la relación que se establece entre el signo y el objeto designado. 3.Sintáctica: que estudia las relaciones de los signos entre sí y la relación de los signos unos con otros. El primer grupo de estrategias, las interactivas y pragmáticas son las que tienden a lograr el uso del lenguaje apropiado para la situación determinada en que se encuentra el usuario. El eje central alrededor del cual se desarrollan estas estrategias está constituido por el uso de los actos de habla.
¿Qué son los actos de habla? Para comenzar a contestar esta pregunta debemos primero diferenciar los hechos de las acciones. "Las acciones se diferencian de los hechos porque suponen conciencia y control por parte de la persona que las ejecuta, es decir intención de que algo ocurra". Por tanto, los hechos, simplemente ocurren, las acciones, en cambio, son ejecutadas por las personas con el objetivo de producir determinados efectos de sentido. "Así por ejemplo, "tropezar" es un hecho porque por regla general nadie tiene la intención de tropezar. En cambio, "comprar un libro" es una acción, porque incluye una intención y un hacer. Somos responsables de las acciones que ejecutamos, precisamente porque son conscientes, controlables e intencionales". Realizar una acción significa tomar una decisión y suponer las consecuencias que esta traerá aparejada. Cuando las acciones fruto de una decisión volitiva, intencional, se producen por medio del lenguaje, se denominan Actos de Habla. Según van Dijk: "Los actos de habla son realmente acciones ya que hacemos algo, producimos una emisión oral o escrita con una intención. Los destinatarios o lectores saben que no nos pronunciamos en contra de nuestra voluntad; de allí que debemos controlar no sólo lo que decimos sino también la intención con que lo decimos". Entonces realiza a su vez otro acto de habla: aceptar. Más allá de la forma lingüística que le de a su respuesta, de las palabras que elija para responder, el acto de habla será siempre el mismo: aceptar o no la invitación. Como productores, debemos reconocer cuáles son los actos de habla más apropiados para lograr nuestros propósitos y obtener en los demás el efecto deseado. Como destinatarios de estos actos, debemos reconocerlos e interpretarlos dentro del mismo contexto de sentido en el que fueron producidos, para decidir qué hacer con ellos. Esto es así, porque la mayoría de los enunciados, y más específicamente las proposiciones, no son necesariamente verdaderas o falsas, sino que su interpretación depende del contexto en el que se producen y de la situación comunicativa. Por ejemplo, ante la orden de realizar determinado trabajo práctico o tarea de lectura en clase, este acto de habla, no tendrá el mismo efecto, si la indicación la realiza el docente o un alumno del grupo. Es decir, no será el mismo acto de habla, sino probablemente, solo un acto de tipo descriptivo: Además, debemos tener en cuenta que los actos de habla tienen propósitos que van más allá que la simple enunciación de los mismos, y que responden a circunstancias de tipo pragmáticas. Por ejemplo, ante una aseveración como "Perdoname, no quise ofenderte", el oyente, también tiene la libertad de creernos o no. Para que el acto de habla dé resultado, el oyente, también tiene que realizar una acción, en este caso, "perdonar".
John Austin, considera que todo acto de habla contiene en sí mismo tres actos:
-el acto locucionario o ilocutivo, que está constituido por el acto de decir algo, de producir determinados sonidos;
-el acto ilocucionario o ilocutivo, que está constituido por la fuerza al decir algo, esa fuerza se manifiesta por medio de verbos; -el acto perlocucionario o perlocutivo que está constituido por el efecto que se pretende alcanzar por medio del decir algo.
El hablante deberá valorar, entonces, el impacto de sus actos de habla en el contexto y el interlocutor, tanto en términos de ilocución como de perlocución. Por otra parte, también se debe tener en cuenta aquellos casos, donde el acto de habla no es directo sino indirecto. Por esto, interpretar que todo acto locutivo va acompañado por actos ilocutivos y perlocutivos explica que las proposiciones tienen elementos que las acercarán a las acciones, es decir, contienen actos de habla. Deberán tener en cuenta, entonces, esta tricotomía locutivo/ ilocutivo/ perlocutivo, para realizar el trabajo de evaluación:: “Actos de habla en una escena de la vida cotidiana”. Siguiendo con nuestro tema, debe quedar claro, también, que los actos de habla precisamente porque devienen del aspecto pragmático e interactivo del lenguaje, tienen una finalidad social. El uso que hagamos de los signos del lenguaje estará en función de los fines que queramos obtener. ¿Cuáles son algunos de esos fines? 1. Convencer, mediante la demostración, los hechos, las razones.2. Persuadir, por medio de razonamientos verosímiles.3. Informar, con datos, hechos, situaciones reales.4. Exhortar, usando actos de habla de carácter imperativo, para así provocar determinadas conductas.5. Denunciar, mediante evidencias, datos, reclamos. Estos actos de habla que originan nuestro discurso y que se constituyen en su principal eje, se denominan Macroactos. Este acto de habla general, está compuesto por una secuencia de otros pequeños actos o microactos de habla, que estructuran nuestro discurso, dándole sentido y soporte a nuestro acto de habla principal. El acto global, motivador, origen de nuestro discurso, solo surte el efecto que buscamos, cuando: - Utilizamos las palabras adecuadas para el tipo de discurso que se trate, es decir, si nuestra intención es persuadir a una persona para que acepte nuestro punto de vista, no lograremos mucho, seguramente, insultándola o descalificándola. - Lo que nos lleva al segundo requisito: estos actos deben adecuarse a las personas y a las circunstancias. Así para solicitar un empleo administrativo a una persona desconocida, la estrategia interactiva indica que debe utilizarse un estilo formal de tratamiento y unos recursos idiomáticos provenientes del lenguaje general y no de uno marcadamente coloquial. Por ejemplo, decirle al empleador: "Vengo por el laburo que vos ofrecés. Si tenés mucho quilombo, yo te lo puedo arreglar" seguramente resultará inconveniente y garantizará el fracaso en la empresa de obtener empleo. (Marro y Dellamea, 1993: 31) Y, finalmente, debemos tener en cuenta el desarrollo de nuestros argumentos, es decir, hacer coincidir la secuencia de actos de habla con el principal. Si no utilizamos adecuadamente estos elementos, el macroacto de habla, y por lo tanto, el acto comunicativo, falla. ¿Cómo podemos asegurarnos que esto último no suceda? Para que esto no ocurra, es esencial considerar la realización de Planes discursivos. Es decir, planificar qué tipo de texto más nos conviene a nuestros propósitos, qué plan global de escritura utilizaremos, y qué estructuras convencionales conocemos para hacerlo. Como pueden ver, entonces, los actos de habla son típicos de los diálogos y los usamos cotidianamente, pero no solo aparecen en estos. También los otros formatos textuales contienen actos de habla, porque ningún texto o discurso se produce para nadie o sin sentido alguno, y aún, un discurso sin sentido aparente, puede poseer una finalidad, o al menos, expresar una intención.
Para ejemplificar esto último, un tipo de texto "distinto" o más "informal" aparece en el trabajo práctico “Actividad 2” ¿Existe alguna clasificación de los actos de habla que pueda servirnos de guía? Algunos autores han realizado diferentes clasificaciones de verbos o categorías de verbos para lograr reconocer y utilizar correctamente los actos de habla. El primero en establecer una clasificación fue Austin. Es importante que conozcan los verbos que la constituyen con el fin de que ese repertorio les resulte útil en el momento de reconocimiento y producción. Resumiendo, ¿para qué sirven los actos de habla? Digamos que los actos de habla son importantes, no solamente para la interacción cotidiana, nuestras relaciones sociales y humanas, sino, también, porque forman parte fundamental de nuestro desempeño profesional y están íntimamente asociados a la comunicación. Para que puedan reconocerlos y comenzar a utilizarlos, además de los prácticos mencionados más arriba, hemos planificado otros prácticos y actividades sobre grabaciones de noticieros u otros programas de interés.
Procedimentales:
Lectura de un texto transcripto de la oralidad ,con representación en forma fiel de los códigos no verbales que aparecen.
Análisis de los textos, sus características formales, semánticas, pragmáticas y sintácticas.
Grabación de conversaciones en escenas cotidianas con posterior audición y registro en la escritura.



Actitudinales:

-Interés hacia otras formas de analizar el código lingüístico.
-Creatividad en la planificación de actividades de grupo.
-Ampliación del vocabulario.
-Análisis metalinguístico de sus propias conversaciones.
Metodología:
En lo sustancial, se pretende usar como modalidad pedagógica el aprender haciendo: se procura integrar la teoría y la práctica, la reflexión y la acción, a los conocimientos se adquieren en una práctica concreta que implica la inserción en la realidad que constituye el futuro campo de acción profesional de los estudiantes través del trabajo individual y grupal, en los dos momentos esenciales del aprendizaje: la audición y el trabajo de escritura. Cada tema que se aborda en el grupo propicia la discusión y la reflexión y este diálogo plural permite compartir el conocimiento que cada uno tiene y enriquecerlo.En cuanto al texto producido por cada grupo, al ser comunicado a otros se transforma en un producto que circula socialmente. Escuchar y ser escuchado, discutir puntos de vista propios y ajenos, preguntar y buscar respuestas, hacer observaciones sobre lo que se escucha, se escribe y se lee, comparar un texto con otro anterior usado como modelo, son acciones que conforman el proceso de aprendizaje de nuestros alumnos. Durante este proceso, la evaluación permanente tiene el sentido de comprobar cómo, de qué manera y para qué se realizan las actividades para ir corrigiendo y mejorando en el transcurrir de las clases. El error es tomado como un elemento importante para la construcción del aprendizaje, no como algo censurable sino como indagación para el crecimiento. Se aprende a partir del uso de términos propios del lenguaje oral con la capacidad de entender que los conectores usados en la oralidad tienen la función de mantener la coherencia así como pasa en los textos escritos.
Actividad 1:
Lee el siguiente texto, establece el tema, los personajes y los conectores discursivos que encuentres.
Conversación transcripta de la oralidad:

“ - Bueno, chicos, ¿vamos a comer?
- Bueno.
- ¿Y qué quieren comer?
- No sé. ¿Qué hay?
- Hay torta de jamón y queso.
- ¿Cuál? ¿La que yo hice?
- Sí Vero, la que vos hiciste. Creo que esta es la que te salió más rica.
- Sí, ¿viste? La verdad…
- Bueno, entonces a poner la mesa. “
Extraído del libro “Escuchar y hablar en el aula” de Eglé Echart y Alma
Hospitalé


Actividad 2
Lee el siguiente texto, encontrarás incoherencias propias del lenguaje oral, reescríbelo en forma adecuada para que lo lean otros.

“Los primeros canguros que vi en Australia lo vi en un jardín zoológico, es decir, eh…, y además hay una anécdota muy simpática, eh…, están eh prácticamente civilizados aquellos canguros entonces andan sueltos dentro del jardín zoológico, dentro del parque de jardín entonces nosotros nos acercábamos, le dábamos pan que habíamos comprado pan para darle a los bichos y eso, entonces le dábamos a los canguros .Iba un compañero mío, incluso, los tocamos a los canguros, que yo creían que eran mucho más grandes, y es un animal que medirá más o menos unos ochenta centímetros no llegan a un metro.”
Texto extraído del Libro de texto de Idioma Español de 1º año “Lengua Materna” de Eglé Echart y Jorge Nández

Actividad de evaluación:
“Actos de habla en una escena de la vida cotidiana”
Reunidos en grupos, graben una conversación en sus casas o en cualquier otro lugar sin que los participantes lo sepan.
Escuchen las grabaciones.
Transcriban los textos tal cual lo escuchan.
Analicen los textos de acuerdo a los conceptos aprendidos en clase.

Bibliografía:
“Lengua materna” 1º curso
“Escuchar y hablar en el aula” Propuestas y Orientacones
Apuntes sobre el tema encontrados en Internet